5.3.07

El Locker Amarillo


Y mostrándome allí, una historia del ser, del que no pudo existir.
Ha quedado la ceniza y el tiempo en que proclamó justicia.
Sólo un nombre y un dibujo, una marca plástica,
Mostrando iniciales rojo y blanco, azul y blanco, amarillo, verde.
Tecnicismos y elementos científicos.
Cables, volts, KW.
Toda una nueva vida, apenas encontrada, tiempos pasados;
mirada llena de recuerdos, Ilusión cortada, creando un nuevo escrito, yo aquí.
Partículas en el aire, sí, millones, billones, hojas amarillentas y yo aquí, admirando, asombrada. ¿Acaso puedo imaginarme a alguien de mi edad con ese aspecto aseñorado? Se trasforma en mi mente y puedo vislumbrar pantalones de tela, ajustados, camisa blanca abotonada hasta el penúltimo, cabello abundante con un trazo del lado izquierdo, pequeña patilla, barba, bigote. ¿Cigarro? Delgado, sí, ese es, un día vi una foto. Y en la boda también. Ese es. Siempre lo supe; ciencia, tecnología, cables, cables, cables, eso era, siempre, cables. Actual: cables, máquinas. Enormes circundantes, focos parpadeantes, conectados entre sí, llegan a un punto clave. Cables y ahí siempre. Un cuento subjetivo, fin obvio.
He preguntado por el algo, mirada llana y miles de palabras flotando, juntas formando la lógica respuesta. Escritos de ficción, de ciencia. Del deseoso futuro.
¿Será que me he ido de imaginar de más? Probablemente vive, disfruta; y de hecho. Conclusión: Así debió ser. Qué más. Un asombroso pasado. Inimaginable, ese era, ese disfrutó. Leer está de más.


* * * * * * * * * * * *

De pronto se vino a mi mente esa imagen, leyendo aquel cuento. Se formó a mi alrededor un mundo de cables.

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