La amiga de un amigo

No es que sea molestia ni mucho menos algo relevante.
Lo sucedido fue una tarde de muchas tantas pasadas junto a su pareja, una pareja signo Tauro, muy estrepitosa, cariñosa, amable y tremendamente brusca, atemorizante y además de no controlar su impulso.
Antes de esa pareja, sí, una vida sin emociones, viviendo en calma y a expensas de sus padres, más sobre su madre que la controlaba sin cariño, bueno a todo esto, el carácter fuerte y según se decía una persona que no se deja por nadie, no vive por nadie y nada con nadie, entonces aparece por quién sabe dónde esta pareja tan insolente, se le acerca, se la lleva y le hace un hijo, todo amor, todo cariño, pero cuando ya se obtuvo lo que se quería es todo un control obsesivo y ya todo se ha dado, es absolutamente controlador, dependiente y mucho más que saqueador, el problema con esta susodicha es lo sensible que se ha vuelto desde aquellos días soledeados, sí soledeados de soledad, ahora con cualquier cosa que ella no puede hacer, que tocan temas de libertad o amor, todo aquello que no tiene ahora y que ve generalmente en las películas suelta la lágrima y hasta el llanto, se ve sin destino, sin historia y vuelve a contemplar aquellas fotos, aquella ropa y sobre todo aquella seguridad, la libertad cada uno se la da, pero la seguridad es horrible, voltea a cada esquina o a cada ruta cuando va por otro camino que no sea su casa, que no sea la escuela y que no sea el trabajo, si se pasó del tiempo, si se adelantó, si repuso alguna clase y es fuera de su horario cotidiano, cualquier actividad hay que avisar, notificar y confirmar, si es posible con firma, fecha y hora porque luego esa memoria no tiene buena retención.
En fin, es la historia de la amiga de un amigo y ni me interesa.