Feria

No voy a volver a hablar de la feria, porque ya lo hice en un post pasado, hace un año.
Ni siquiera pondré fotos de la feria, porque de tanto polvo que hay ni se ve nada. Todos salen con garganta rasposa y al día siguiente tienes unos mocos de un tamaño que ni creías que le cupiera tanto a tu nariz.

Los mismos niños de siempre. De hecho todos son precoces, 12-15 años y con su tarro de cerveza con agua. Guacala.
De hecho ahora no entramos a esos lugares apretados y llenos de tierra. “antro, disco” son solo carpas y con música adentro, ahora sin capacidad suficiente, en estos años, como ya dije, ahora los niñitos ya asisten. Antes ni me dejaban salir a esa edad ... qué tiempos los de ahora.

Entonces, como no entramos allí, o nos quedamos en un bar tranquilo, con mesitas y música que en ocasiones es buena, o nos sentamos en el stand del amigo del esposo y amigo del primo, donde venden caguamas y de todo; está tranquilo, música no agradable para mi, para borrachos mayores sí, es decir, de banda, de Joan Sebastián y no sé quien más.
Dicen: primo y amigo y a consecuencia ahora el esposo: “No vayan allá (la disco esa que les platiqué), puro pinche mocoso.

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Queriéndome ahorrar explicar más y enfadarme con un pinche pueblo\ciudad.
Mejor una fotito que tomé desde mi casa de la bandera. Porque todo este ajetreo es por el día de la bandera que se organiza una semana antes del 24 y una semana después, aunque es como todo, se quedan otros días más.
Mi casa: en una pequeña montañita, antes no había muchas casas por ahí y estaba muuy lejos, ahora está un poco cerca, ya ven la movilidad del pueblo, de las personas y su necesidad por expandirse y tener mucha familia.
Bueno, ya... ahí están, no son de calidad porque las tomé con mi celular. Pero qué más da. Cuando no hay recursos y quieres tomar una foto.

Esa torre al lado del árbol es la torre de Telmex. Y está en el centro de la ciudad. Midan distancia.