Los días en el infierno no son sufrimientos constantes,
donde cada segundo tienes amargura,
donde cada segundo tienes amargura,
no, los días en el infierno
son la repetición de un suceso,
donde sufres el martirio de la
espera, constante.
Así es como uno vive un día en el
inframundo,
la ansiedad en aguardar ese suceso,
el ver llegar inesperadamente
el temor,
sentir la malicia,
el no saber qué hacer mientras ves derrumbar tu
presencia,
tu fortaleza.
Todo lo cambia un instante,
en el que una y otra vez
lo repite tu cabeza,
lo guardas constante, retumbante
llega como si ansiara salir para
desaparecerte,
te vuelve impotente y entonces…
surge en tus sueños.
Paralizas tu mente, tus otros recuerdos
Sientes el frío recorrer tu cuerpo
Piensas el momento preciso
en que caíste, en que acabó contigo.
Ese es un día en el infierno
el revivir tu recuerdo
aquel que pensaste olvidado
que te ahorca y te desangra
que te causa un retumbar de oídos
acaba con tus manos, con tu cabeza,
con tu pecho
aquel que no puedes explicar
que tenías muy dentro...
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