Estos días han estado extraños, qué difícil es volver a sentir y sin apegarte tanto a la sensación fastidiosa de ese sentimiento que realmente es incómodo y que pss no viene al caso. Ahora soy feliz, pero una felicidad enorme, parece que estoy en preparatoria y los días los cuento, los días los veo como la llegada de algo que pudiera pasar hoy o un fin de semana muy cercano, eso espero, una emoción indescriptible. Jaja me siento como mi prima. Pero estoy bien, ahora todo ha sido descubierto.
Leí algo que escribí hace mucho, creo que se aplica para todas estas situaciones y no dejarme llevar, ya lo he postiado, en fin, dejo algo que escribí hace unos días y que no importa si está feo (no me gusta mucho, necesita algo más), a alguien especial le ha gustado. Dos textos :D
MACHINES
Siento la alegría en mis pasos
Siento ese dolor de humano
El martirio mortal que no deja descansar
Veo las paredes iluminadas por la luna
Oscureciendo en una pantalla
Al contemplar tu entrada
He vuelto a ver mi número de serie
A convivir con los de mi especie
No borres de tu mente las preguntas
Aún hay algo oculto que debes revelar
Muerde los cables que te daré
Y sentirás el verdadero placer
Sólo máquinas conociéndose
Sólo números relacionándose
Eres tú y la fémina en evolución
Recreando el ambiente tecnológico
Recreando un escenario indulgente…
Esperando el dulce registro fortuito
En la noche, en el silencio, todo puede prestar un poco más de sentido, el transcurso de las horas son viles minutos, azorados golpeteos bajando y subiendo, transformando el deseo, la inmunidad del forcejeo. Algunas lunas se han de esconder y las verdades no se sabrán proteger, sin sentido todo va desde lo más banal al pensamiento crítico expositivo, formular un sinfín de respuestas, una tentación conjugada. Comprar la correlación del tiempo y espacio, la unión entre dos, no está para establecerse aún, es magnificente el olor a noviembre.
Ya no hay nada que hacer, una revelación se ha vuelto a acomodar para acabar con la ilusión de una nueva relación, no quiero conmiseraciones sólo tu sensación de olvido y desprecio para acabar con mi fantasiosa ilusión. Esto bien podría acabarse ahora pero no quiero, no quiero volver al olvido, a la alucinación total del abrazo impuesto, de un abrazo socializado; se acabó en dos días aquella juventud que tenía, simple deseo de volver al escenario abismal, idiotizada mariposa que perforó mi cromo.
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