estando en la oficina

A veces existe la incertidumbre de la personalidad, ves a alguien vestido de alguna forma y te recuerda un pasado cercano, un quisiera continuar con eso, pero te metieron en la cabeza ese “ya eres grande, debes trabajar y estar presentable” ¿cambiará para los diseñadores, rotuladores, fotógrafos y toda esa banda que es jefe propio? Y si no es su jefe, o quiere un trabajo estable, de verdad tendrá que cambiar?
Ya había sentido esa sensación de tener que aceptar el protocolo y que no afecta una personalidad ya establecida, es simplemente exterior pero a veces uno llega a adquirir el hábito, por ser tan constante y todo ese rollo, además cuando te dicen que eres hostil o ves a alguien así, lo imaginas lo más hostil que pueda haber y va resultando una voz dulce, trivialidades en su plática y aspectos que son como cualquier otro, de hecho siempre ha sido y deberá ser así, aunque te encontrarás de vez en cuando una plática agradable que surge del metal, la biología, la política y la sociedad en todos sus aspectos incluyendo el vocabulario. Esos disfraces son divertidos y son tan relativos aunque a veces llegan a la estupidez.